Ficha técnica:
Título original: The Florida Project
Año: 2017
Duración: 115 minutos
Director: Sean Baker
País: Estados Unidos
Reparto: Willem Dafoe, Brooklynn Prince, Bria Vinaite, Caleb Landry Jones, Mela Murder, Valeria Cotto, Christopher Rivera, Macon Blair, Sandy Kane, Karren Karagulian
Inocencia en la miseria.
Una de las cosas que más me gustan del cine es su capacidad para adaptarse a los temas más actuales. Pongamos el ejemplo de la Crisis económica de 2008. En 2015 tuvimos a La gran apuesta, que trató el "antes" de esta recesión, y en 2016 a Comanchería (muy buena), que nos situaba en la América profunda que sufría las consecuencias de ella. Partiendo sobre esta premisa, la de enfocar la trama sobre los afectados, llegó en 2017 The Florida Project.
La película, dirigida por Sean Baker, (Tangerine, Starlet) ha sido una de las más destacadas por la crítica esta temporada, sumando muchos premios y reconocimientos. De hecho, ha llegado a los Oscar con una nominación, la de Willem Dafoe a mejor actor de reparto. Con todo ello, esperaba con muchas ganas su estreno en España.
La película, dirigida por Sean Baker, (Tangerine, Starlet) ha sido una de las más destacadas por la crítica esta temporada, sumando muchos premios y reconocimientos. De hecho, ha llegado a los Oscar con una nominación, la de Willem Dafoe a mejor actor de reparto. Con todo ello, esperaba con muchas ganas su estreno en España.
Antes de comenzar con mi opinión sobre la película, quiero comentar algo. La película ha sido estrenada únicamente en treinta y cinco cines de todo el país. Independientemente de lo que me haya parecido The Florida Project, creo que es lamentable que una película tan alabada por medios profesionales haya sido ignorada, mientras que películas como Cincuenta sombras liberadas, consideradas de las peores del año cuente con tanta cobertura. Ha habido muchas ciudades que se han quedado sin poder ver esta cinta en sus cines. ¿Qué puede hacer en este caso el espectador?
Pero bueno, volvamos a la crítica. The Florida Project es, ante todo, una película muy original. Rodada con un estilo que recuerda en ocasiones a un documental, nos cuenta, a grandes rasgos, las desventuras de una niña y su joven madre que viven en unas condiciones precarias en un motel de Orlando. Este se sitúa en las proximidades del parque Walt Disney World Resort, un claro contraste. Y ahí reside uno de los temas principales de la película, la desigualdad social. Una desigualdad que hace que unos niños presencien con sus propios ojos escenas brutales, a las que parecen casi acostumbrados. No lloran ni se quejan de lo que tienen porque es lo único que han conocido. Su parque no es un lugar con empleados disfrazados de personajes infantiles, rodeado de castillos y atracciones. Son moteles, casas abandonadas que sirven como cobijo para drogadictos y calles abarrotadas de letreros multicolores. Exploran cada lugar y sueñan con su futuro ideal. Son felices a su manera.
¿Qué me transmiten sus escenas? Por una parte una evidente empatía, sobretodo debida a las buenas actuaciones de los chavales. Brooklynn Prince, actriz de tan solo 6 años, es la protagonista de la película e irradia una naturalidad increíble. Me creo lo que veo porque no siento a niños actuando, sino a niños siendo ellos delante de una cámara. Y bravo por ellos. Ahora bien, a veces tengo sentimientos encontrados, como en el caso de la escena que introduce a los niños. Sigo sin entenderla. Y hay alguna más como ella, siento que por alguna razón, Baker confunde la naturalidad y realismo de una travesura con una maldad irrazonable y gratuita.
Aunque los niños protagonistas no lo aprecian completamente, gran culpa de que convivan en su fantasía propia la tiene Bobby, el gerente del hotel. Este personaje, interpretado por Willem Dafoe (Platoon, Arde Mississippi) es ese ángel protector y caritativo que quiere protegerlos y guiarles por el mejor camino posible. Por él, el motel en el que residen los protagonistas no es uno sucio y descuidado, sino el colorido Magic Castle.
Sus razones para ser como es no son tratadas en exceso, pero uno se hace una idea del pasado y de las ideas de su personaje. Ciertamente, es entrañable y tiene escenas dónde conquista nuestro corazón. Una nominación merecida para un actor polivalente y con una trayectoria intachable (es su tercera nominación tras Platoon y La sombra del vampiro, siempre como actor de reparto).
La trayectoria como actriz de Bria Vinaite es todo lo contrario. De hecho, este es su primer largometraje. Esta chica de origen lituano fue descubierta por el equipo de la película mediante Instagram y ha encontrado en The Florida Project la película que puede lanzar su carrera. Vinaite interpreta a Halley, la joven madre de la protagonista. Quiere lo mejor para su hija y está dispuesta a lo que sea para poder mantenerla. Por ello, según avanza la película tendrá que enfrentarse a difíciles situaciones. Es un personaje con el que a veces cuesta encariñarse por su difícil personalidad y ciertos actos que realiza, pero es indudable que la actuación es buena y tiene una gran química con la pequeña Prince.
Curiosidad: tenemos como secundario a Caleb Landry Jones. Este actor de 28 años ha completado un gran 2017, dónde también ha participado en Déjame salir y Tres anuncios en las afueras, nominadas a mejor película en los Oscar.
¿Qué es lo que más me ha gustado de la película? La fotografía, llena de color y viveza y la autenticidad de los actores, que dan una increíble sensación de realismo (o viendo el contexto de la película, incluso de naturalismo), además de alguna escena suelta. Desgraciadamente es lo único con lo que de verdad me quedo. Siento que The Florida Project tiene un gran material para emocionar y hacer reflexionar al espectador, pero no llega a aprovecharlo del todo. Las situaciones presentadas son duras, muy crueles y sinceras, pero la película es irregular y a veces aburrida. De hecho, la duración termina siendo excesiva y el film peca de repetitivo. Al final uno no siente haber visto una historia, sino un documental con toques de película.
The Florida Project está lejos de ser una mala cinta. Sin embargo, no me llega, lo cual me inquieta, viendo las buenas reacciones que ha levantado entre la crítica profesional. En situaciones como estas prefiero pensar que simplemente, no es mi tipo de película.
Pero bueno, volvamos a la crítica. The Florida Project es, ante todo, una película muy original. Rodada con un estilo que recuerda en ocasiones a un documental, nos cuenta, a grandes rasgos, las desventuras de una niña y su joven madre que viven en unas condiciones precarias en un motel de Orlando. Este se sitúa en las proximidades del parque Walt Disney World Resort, un claro contraste. Y ahí reside uno de los temas principales de la película, la desigualdad social. Una desigualdad que hace que unos niños presencien con sus propios ojos escenas brutales, a las que parecen casi acostumbrados. No lloran ni se quejan de lo que tienen porque es lo único que han conocido. Su parque no es un lugar con empleados disfrazados de personajes infantiles, rodeado de castillos y atracciones. Son moteles, casas abandonadas que sirven como cobijo para drogadictos y calles abarrotadas de letreros multicolores. Exploran cada lugar y sueñan con su futuro ideal. Son felices a su manera.
¿Qué me transmiten sus escenas? Por una parte una evidente empatía, sobretodo debida a las buenas actuaciones de los chavales. Brooklynn Prince, actriz de tan solo 6 años, es la protagonista de la película e irradia una naturalidad increíble. Me creo lo que veo porque no siento a niños actuando, sino a niños siendo ellos delante de una cámara. Y bravo por ellos. Ahora bien, a veces tengo sentimientos encontrados, como en el caso de la escena que introduce a los niños. Sigo sin entenderla. Y hay alguna más como ella, siento que por alguna razón, Baker confunde la naturalidad y realismo de una travesura con una maldad irrazonable y gratuita.
Aunque los niños protagonistas no lo aprecian completamente, gran culpa de que convivan en su fantasía propia la tiene Bobby, el gerente del hotel. Este personaje, interpretado por Willem Dafoe (Platoon, Arde Mississippi) es ese ángel protector y caritativo que quiere protegerlos y guiarles por el mejor camino posible. Por él, el motel en el que residen los protagonistas no es uno sucio y descuidado, sino el colorido Magic Castle.
Sus razones para ser como es no son tratadas en exceso, pero uno se hace una idea del pasado y de las ideas de su personaje. Ciertamente, es entrañable y tiene escenas dónde conquista nuestro corazón. Una nominación merecida para un actor polivalente y con una trayectoria intachable (es su tercera nominación tras Platoon y La sombra del vampiro, siempre como actor de reparto).
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| Bobby (Willem Dafoe) y Moonee (Brooklynn Prince) |
La trayectoria como actriz de Bria Vinaite es todo lo contrario. De hecho, este es su primer largometraje. Esta chica de origen lituano fue descubierta por el equipo de la película mediante Instagram y ha encontrado en The Florida Project la película que puede lanzar su carrera. Vinaite interpreta a Halley, la joven madre de la protagonista. Quiere lo mejor para su hija y está dispuesta a lo que sea para poder mantenerla. Por ello, según avanza la película tendrá que enfrentarse a difíciles situaciones. Es un personaje con el que a veces cuesta encariñarse por su difícil personalidad y ciertos actos que realiza, pero es indudable que la actuación es buena y tiene una gran química con la pequeña Prince.
Curiosidad: tenemos como secundario a Caleb Landry Jones. Este actor de 28 años ha completado un gran 2017, dónde también ha participado en Déjame salir y Tres anuncios en las afueras, nominadas a mejor película en los Oscar.
¿Qué es lo que más me ha gustado de la película? La fotografía, llena de color y viveza y la autenticidad de los actores, que dan una increíble sensación de realismo (o viendo el contexto de la película, incluso de naturalismo), además de alguna escena suelta. Desgraciadamente es lo único con lo que de verdad me quedo. Siento que The Florida Project tiene un gran material para emocionar y hacer reflexionar al espectador, pero no llega a aprovecharlo del todo. Las situaciones presentadas son duras, muy crueles y sinceras, pero la película es irregular y a veces aburrida. De hecho, la duración termina siendo excesiva y el film peca de repetitivo. Al final uno no siente haber visto una historia, sino un documental con toques de película.
The Florida Project está lejos de ser una mala cinta. Sin embargo, no me llega, lo cual me inquieta, viendo las buenas reacciones que ha levantado entre la crítica profesional. En situaciones como estas prefiero pensar que simplemente, no es mi tipo de película.
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