Análisis de categoría: Mejor actor protagonista (Juan)

Actor protagonista


Dos veteranos, dos estrellas consagradas y una sensación de masas. Esos son los cinco aspirantes a conseguir el Oscar a mejor actor protagonista este año. Un grupo variado, no solo por edad y características personales, sino también por actuaciones: desde la comedia hasta el puro drama, pasando por los habituales papeles biográficos. Sobre esto último, hay que puntualizar que realmente cuatro de los nominados interpretan a personajes reales, aunque los registros son muy diferentes entre cada uno.

Como ocurrió el año pasado, a lo largo de la carrera se fue formando un bloque de cuatro actores fijos que, salvo catástrofe, estarían en los Oscar: Christian Bale, Rami Malek, Viggo Mortensen y Bradley Cooper. La quinta plaza fue, hasta el final, una lucha constante: Ethan Hawke, John David Washington, Lucas Hedges, Robert Redford, Willem Dafoe,John C. Reilly o incluso Ryan Gosling (de la defenestrada First Man) estuvieron en la conversación, siendo finalmente Willem Dafoe el elegido.

No deja de ser curioso que el actor más premiado de la carrera, Ethan Hawke, terminase quedando fuera. Este año se ha evidenciado aún más que nunca el distanciamiento de premios "menores" y grandes citas, ya que los Globos de Oro y los BAFTA también ignoraron al protagonista de El reverendo.

Como hicimos con la categoría de mejor actriz de reparto, pasemos ahora a presentar uno a uno a los nominados, para finalmente concluir sobre los posibles resultados.

Christian Bale por El vicio del poder.
De los cinco nominados, Christian Bale es el único que ya tiene un Oscar en su palmarés, el que obtuvo por su papel como secundario en The Fighter. Además, a sus 45 años puede presumir de ser uno de los grandes actores de su generación: su carrera comprende éxitos comerciales, películas de culto, trabajos premiados... 

A lo largo de los últimos años se ha ido asociando cada vez más al intérprete británico con las transformaciones físicas. Si sus pérdidas de peso para El maquinista o The Fighter impactaron a todo el mundo, los kilos que ganó para interpetar al ex-vicepresidente americano Dick Cheney en El vicio del poder no se quedan atrás. El compromiso que tiene Bale con sus papeles es tan grande que ya ha tenido que confirmar que dejará de arriesgar tanto su salud por ellos.

El trabajo de Christian Bale en El vicio del poder es algo que va más allá de la actuación. Su capacidad para transformarse en Dick Cheney es asombrosa a la vez de perturbadora y va mucho más allá del maquillaje: sus esfuerzos para adaptar su tono de voz y gesticulación son espectaculares. Desde mi punto de vista, nunca había estado tan bien.

Bradley Cooper por Ha nacido una estrella.
De las cuatro nominaciones que ha recibido como actor, es muy probable que esta sea la más especial para Bradley Cooper. 2018 ha sido un año especial para el intérprete americano, al debutar como director y guionista. En efecto, Ha nacido una estrella ha sido todo un desafío para Cooper, y su confirmación como un artista maduro.

Aunque terminó quedándose fuera de la categoría de mejor director, ha sido un fijo absoluto en la temporada de premios en la categoría actoral. Sin embargo, no ha sumado ninguna victoria importante, siendo especialmente significativa su derrota en los Globos de Oro contra Rami Malek. Siendo sinceros, aunque su nominación nunca ha peligrado, sí que ha ido perdiendo fuelle en la carrera hasta quedar realmente alejado de la victoria.

Personalmente me gustaría que sus posibilidades de triunfo fueran mayores: su interpretación en Ha nacido una estrella me parece una de las mejores de su carrera (su química con Lady Gaga es inmejorable) y un punto de inflexión en su trayectoria artística. Dicho esto, estoy convencido de que esta experiencia le hará más fuerte de cara al futuro y no tardará en conseguir su estatuilla dorada.

Willem Dafoe por Van Gogh, a las puertas de la eternidad.
Corren buenos tiempos para Willem Dafoe. Si el año pasado volvió a los Oscar tras casi veinte años por su aplaudido trabajo como secundario en The Florida Project, en esta ocasión la Academia ha reconocido su trabajo como protagonista en Van Gogh, a las puertas de la eternidad.

En su primera nominación como actor principal, Dafoe interpreta al celebérrimo pintor neerlandés, Vincent Van Gogh. Es posible que el tono escogido por Julian Schnabel en su película, donde Van Gogh se convierte en un mártir de su propia locura, ayude a que el trabajo de Dafoe sea muy vistoso, pero eso no le resta ningún mérito al monumental papel del actor. Su actuación es, sin ninguna duda, de lo mejor del año, al presentarnos a un Van Gogh tan miserable como terrible, que despierta compasión hacia el espectador en todas sus miradas y planos.

Aunque estuvo presente en los Globos de Oro o en los Critic's Choice Awards, la nominación de Willem Dafoe estaba lejos de ser segura. La quinta plaza tenía muchos pretendientes y finalmente la Academia se acordó de uno de los grandes actores del cine internacional de las últimas décadas. 

Me alegro muchísimo de que su trabajo haya sido reconocido, y pienso firmemente que si Van Gogh, a las puertas de la eternidad hubiese tenido más éxito tanto entre críticos como espectadores, se le tendría como un candidato mucho más serio. Sus posibilidades de llevarse el Oscar este año son prácticamente nulas, pero hay que celebrar que, por lo menos, haya sido reconocido con la nominación.

Rami Malek por Bohemian Rhapsody.
Irónicamente, el máximo favorito para la victoria es el único de los nominados que debuta en los Oscar. Tras convertirse en una estrella televisiva con Mr. Robot y darse a conocer al público en películas comerciales, Rami Malek dio un paso de gigante en su carrera al interpretar al legendario Freddie Mercury en Bohemian Rhapsody.

Desde que se confirmó su nombre para la película, Malek entró de pleno en la carrera por la estatuilla. Sin embargo, tras las malas críticas de la prensa al filme, asaltaron algunas dudas sobre su presencia en los premios, pero por suerte para él, tanto su trabajo como la película en sí enamoraron al público convirtiéndose en un auténtico éxito de taquilla. 

Para redondear, su temporada de premios ha sido prácticamente perfecta: Globo de Oro, premio del Sindicato de Actores, BAFTA... sólo le faltó el Critics Choice Awards, que cayó en manos de su principal rival: Christian Bale. Pese a ello, sus posibilidades de triunfo son realmente altas, y su victoria, es prácticamente un hecho.

Viggo Mortensen por Green Book.
Viggo Mortensen es un ejemplo magnífico de la importancia de saber reinventarse para un actor. El americano (o argentino, o danés) se dio a conocer con la saga de El señor de los anillos, y a diferencia de muchos actores que caen en el ostracismo tras el éxito de masas, supo combinar elegir papeles para consolidarse como un actor de nivel. Muestra de ello es que esta es ya su tercera nominación al Oscar.

En Green Book, Viggo Mortensen interpreta a Tony Lip, un italoamericano que es contratado como chófer del pianista negro, Don Shirley (interperetado por Mahershala Ali) para una larga gira por el sur de los Estados Unidos. Para Tony, una persona ruda y con ciertas ideas racistas, el viaje será también un proceso emocional que le marcará para siempre. La personalidad que le transmite Mortensen a su personaje, sumado a la innegable química que desarrolla con su compañero de reparto dotan de alma a Green Book. Su nominación es realmente merecida.

Dicho esto, sus posiblidades de victoria son realmente bajas. Sólo el triunfo de su película en la categoría principal le darían opciones de victoria, y aún con ello, parece muy alejado de Malek o Bale. A sus 60 años esperemos que siga teniendo más oportunidades para ganar la ansiada estatuilla, pero nos tememos que esta vez no será suya.

GANARÁ: Rami Malek por Bohemian Rhapsody.
PODRÍA GANAR: Christian Bale por El vicio del poder.
DEBERÍA GANAR: Christian Bale por El vicio del poder.
DEBERÍA ESTAR NOMINADO: Ha habido otras muy buenas actuaciones, pero el quinteto elegido es, en mi opinión, más que correcto.

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